Tu niño hará grandes cosas en la vida, pero no hay duda: ¡Patear será uno de sus primeros asombrosos logros! La evolución del pateo es realmente interesante. Puede comenzar como un reflejo involuntario cuando es un bebé, pero se convertirá en un gran logro de movimiento cuando tenga dos años. El patear se desarrolla cuando las habilidades motoras y sensoriales se unen para hacer que esta maniobra ocurra. Si tienes curiosidad de saber cómo evolucionan las patadas, ¡Estás en el lugar indicado!
Logros del pateo
Bebés
En los primeros meses, notarás que tu bebé patea involuntariamente sus pies y mueve sus piernas como si ya supiera nadar. Aunque todavía no puede sentarse por sí solo, este movimiento es una señal saludable. Cuando se estira y patea, fortalece los músculos de las piernas y se prepara para darse vuelta. Entre los 3 y 6 meses, en lugar de ser una acción involuntaria, sus patadas se vuelven intencionales. Comenzará a patear juguetes, pelotas u otros objetos que estén cerca de sus pies.
Niños pequeños
A medida que pasa el tiempo, los músculos de sus piernas seguirán creciendo. Reconocerás la nueva fuerza de sus piernas cuando lo sostengas bajo tus brazos y lo veas usar sus piernas para rebotar arriba y abajo, preparándose para ponerse de pie y caminar. Cuando tenga unos 15 meses de edad, podrás colocar una pelota delante de él y verlo practicar esas patadas. Puede que tengas que sostener sus brazos mientras lo hace, o si está mejorando en su forma de pararse y caminar, puede que sea capaz de usar sus piernas y empujar la pelota con sus pies por sí solo. Patear a esta edad es importante porque también ayuda a mejorar su equilibrio y coordinación.
Cuando tenga unos 19 meses, lo verás patear… ¡y patear otra vez, y otra vez, y otra vez! Las patadas consecutivas son un gran logro, y lo observarás siguiendo la pelota con los ojos mientras prepara su cuerpo para otra patada. El niño puede considerarse un maestro de las patadas a los dos años, ya que podrá participar en un juego similar al fútbol contigo o sus compañeros. En vez de verlo simplemente seguir la pelota solo, podrás patear una pelota ligera o un globo de un lado a otro.
La patada continúa evolucionando a medida que tu pequeño aprende a patear más lejos y con más precisión. Cuando tenga entre 34-36 meses, podrá flexionarse para patear un balón de fútbol a unos 1,80 metros sobre el césped. Practica las patadas tanto como puedas (si usas BabySparks, las actividades de pateo aparecerán en tu programa diario en los momentos adecuados), entre otras cosas porque también fortalece sus habilidades para caminar, correr, saltar, atrapar y otras habilidades motoras.
Ten en cuenta que tu niño podría no mostrar el dominio de los pies todavía. De hecho, la alternancia de patadas con los pies es algo bueno porque fortalece ambos lados de su cuerpo.
También es importante recordar que las edades de los logros de las patadas se basan en promedios. Habla con tu pediatra sobre cualquier preocupación, pero a menos que se esté atrasando varios meses, normalmente no hay razón para preocuparse. Lo más importante es ofrecerle muchas oportunidades para practicar sus habilidades de pateo.